Aunque todo indicaba que la procesión de palmas de la Parroquia iba a suspenderse a causa de la lluvia, unos minutos antes de las 12 del mediodía el cielo dio una tregua para que los numerosos fieles que se acercaron pudieran llevar a cabo dicha procesión tradicional en la Iglesia.
Así, y desde la Plaza Axati, los fieles portaron palmas y ramos de olivo para acompañar al Señor en el gesto de su entrada en Jerusalén como Rey de la Paz. Tras la bendición de las palmas y ramos de olivos, y acompañados por varios niños vestidos al estilo hebreo y una representación de la Sagrada Familia, se puso camino al templo parroquial con cantos del coro parroquial para dar comienzo la Eucaristía en la que se proclamó el Evangelio del misterio de la Pasión de Cristo.
