LA PARROQUIA DE SANTA CRUZ EN EL TIEMPO DE PASCUA

viernes, 22 de diciembre de 2017

CONVIVENCIA DEL EQUIPO DE CÁRITAS: 'SIEMPRE ESPERANDO'

El equipo de la Cáritas parroquial de Santa Cruz, junto a voluntarios y el párroco D. Enrique Barrera, celebraron en la tarde del pasado martes 19 de Diciembre su jornada de convivencia que en cada curso pastoral mantienen con el fin de pasar un tarde juntos para, en palabras del párroco, "dar gracias a Dios por todo lo bueno que nos concede cada día y cuya presencia no sabemos muchas veces apreciar en nuestra vida".

Tras el almuerzo, la convivencia se centró en la visita al Monasterio Santa María la Real de Bormujos. Aprovechando la visita, como hermanos que celebran su misma fe, asistieron a la Solemne Eucaristía presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos Amigo Vallejo, cardenal franciscano y arzobispo emérito de Sevilla. Acudía el Sr. Cardenal a esta celebración con motivo de la misa de acción de gracias por el XXV Aniversario de la consagración del templo de dicho Monasterio de las Hermanas Dominicas de Bormujos.

Amigo comenzó su homilía haciendo resonar que la esperanza es la alegría de aquello que se promete. Se alegraba de recordar que hacía veinticinco años que se consagraba el templo del Monasterio Santa María la Real y así acudían todos los presentes a dar gracias. Con el don de palabra que caracteriza al Sr. Cardenal sostenía que "el templo es como un signo sacramental que nos habla de una realidad que está más allá de nuestros ojos. Es como la presencia 'arquitectónica' del verbo de Dios, de la Palabra de Dios". Y el templo nos habla: a través de sus imágenes, de sus signos... Es un día de alegría, decía D. Carlos, "porque es la significación del templo donde habitaremos siempre, es como una llamada a tener en cuenta de que somos templo del Espíritu Santo que se nos ha dado por el Bautismo". Concluía con estas palabras su homilía: "Siempre esperando. Gracias a Dios que en todas las cosas Él ha puesto una señal de esperanza".

Tras la celebración de la Eucaristía se pudo compartir de un ágape fraterno. El equipo volvía a casa con un espíritu renovado del sentido generoso de Cáritas de darse al hermano que lo necesita, de 'comprometernos para mejorar el mundo'.