Previo al final del curso pastoral, los niños y niñas del Grupo de Catequesis de Confirmación "Espíritu Santo" de nuestra parroquia realizaron una visita a la Residencia de Ancianos "Ave María" de Lora del Río, como actividad enmarcada dentro de la temática de las Obras de Misericordia; en concreto: "Visitar al enfermo". A la actividad acompañó nuestro párroco D. Enrique Barrera.
El objetivo de la visita no era otro que conocer y acercarse a la tercera edad para comprender cómo viven y cómo se sienten los ancianos de este centro, y aprender de ellos y también hacerles pasar un rato agradable.
La primera parte de la visita se centró en ayudar a los trabajadores de la Residencia a repartir la merienda a las personas mayores, fomentando así un acercamiento entre los niños con los ancianos. La labor de las personas que trabajan allí y de las Hermanas Mercedarias de la Caridad es muy admirable; la acogida y el trato del personal de la Residencia fue en todo momento muy correcto y destacamos su amabilidad y atenciones. A continuación, Sor Isabel (una de las Hermanas de la Congregación) guió a los niños para conocer las instalaciones (cocina, lavandería, habitaciones, zonas comunes, patio, gimnasio…) y describir las distintas actividades que realizan los mayores. Al llegar a la capilla, se rezó un Padrenuestro y un Avemaría por las personas atendidas en la Residencia, así como por sus cuidadores. D. Enrique y Sor Isabel dieron a conocer también la figura de Padre Zegrí, fundador de la Congregación religiosa de las Hermanas Mercedarias de la Caridad.
Y la parte final de la visita consistió en la entrega de un obsequio a los "abuelos", obsequio que los propios niños han costeado entregando su aportación mensualmente de forma voluntaria y generosa, y que previamente se envolvió acompañando una etiqueta que decía: "Un poco de misericordia hace que el mundo sea menos frío y más justo". ¡Qué contentos se pusieron los ancianos con la colonia que los niños les regalaron! Sor Isabel agradeció el gesto de generosidad de los niños con un aplauso de todos los residentes. Se trató de un momento muy emotivo tanto para los abuelos como para los niños.
Después de realizar esta visita, los niños comprendieron la importancia que estos centros tienen en nuestra sociedad para atender y cuidar a personas mayores que otros dan de lado, no tienen familia o sus familiares no pueden atender, y cuyo problema de soledad se hace presente en sus vidas.
