El pasado miércoles de ceniza, 14 de febrero, los fieles acudían al templo parroquial para celebrar la Santa Misa durante la cual se celebraba el rito de la imposición de la ceniza.
Primero fue el turno de los niños de catequesis de Iniciación Cristiana y padres; participaron de este rito sobre el que el párroco, D. Enrique Barrera, explicó el significado de la Cuaresma.
Posteriormente, a las 19'00 horas, acudieron numerosos fieles a los que D. Enrique dirigía las palabras de su homilía invitando a la conversión y a prepararnos para la Pascua mediante la oración, la limosna y el ayuno. Describía también el significado del número 40 que aparecía en el Evangelio del día y es que es un número de mucha simbología pues en la Biblia es un reflejo del tiempo de preparación y de renovación espiritual, "por ejemplo, los cuarenta años que pasó en el desierto el pueblo de Israel tras huir de Egipto conducido por Moisés o los 40 días que de Cristo en el desierto antes del comienzo de su vida pública".
Refería sus palabras también al rito de las cenizas haciendo hincapié en que "no es un sacramento, sino un sacramental, es decir, un signo sagrado que nos lleva a Dios" y que se realiza desde antiguo como un símbolo de los antiguos ritos con que los pecadores convertidos se sometían públicamente a la penitencia.
Comencemos esta nueva Cuaresma pidiendo a Dios que nos ayude en el camino hacia la gran fiesta de la Pascua.