LA PARROQUIA DE SANTA CRUZ EN EL TIEMPO ORDINARIO

viernes, 25 de marzo de 2016

LA CELEBRACIÓN DEL JUEVES SANTO

En la tarde del Jueves Santo dieron comienzo los Santos Oficios como una invitación a profundizar concretamente en el misterio de la Pasión de Cristo, siendo espectadores de todo lo que aconteció en la noche en que iban a entregarlo.

A las 18'00 horas daba comienzo la Santa Misa en la que, acompañados por el coro parroquial, numerosos fieles no quisieron faltar a esta cita tan importante de la Semana Santa. D. David Larrén, en su homilía, habló del testimonio idóneo de Jesús de la vocación al servicio del mundo y de la Iglesia que tenemos todos los fieles cuando Él decide lavarle los pies a sus discípulos. El Evangelio de San Juan presenta a Jesús "sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía" pero que, ante cada hombre, siente tal amor que, igual que hizo con sus discípulos, se arrodilla y le lava los pies, como gesto inquietante de una acogida incansable. Igualmente, Larrén dio importancia a la Eucaristía en la que Jesús quiso que, como en su última Cena, sus discípulos nos reuniéramos y nos acordáramos de Él bendiciendo el pan y el vino. Hizo también hincapié en el Jueves Santo como el día en que Jesús instituyó el Sacramento del Orden sacerdotal; por ello se celebra el día del sacerdote. El Orden Sacerdotal es un sacramento que, por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.








Tras el lavatorio de piés y concluida la Eucaristía, se reservó al Señor en el Monumento Eucarístico que se preparó en la iglesia por aquellos fieles que quisieron colaborar en su montaje. Se llama Monumento Eucarístico al altar donde se reserva la hostia consagrada en la noche del Jueves al Viernes Santo. Se expone así de manera solemne para la adoración de los fieles para acompañar a Jesús en la oración en el huerto de los Olivos. El Jueves Santo concluyó con la Hora Santa, momento de adoración y acompañamiento al Señor que fue seguido por numerosos fieles.